Emprender es estar en continuo movimiento. Muchas emprendedoras que conozco e incluso yo misma, arrancamos con una idea, un proyecto y con el correr del tiempo esa idea o ese plan va virando hacia otros lugares.
El año pasado tuve un quiebre importante en mi emprendimiento y si bien ya hace unos años había empezado a hacer productos pensando en el cuidado del medio ambiente, en donar mis descartes textiles a otros emprendimientos para que los puedan aprovechar, entre otras acciones, fue desde el año pasado y cobró mucho más sentido en el 2024 el proyecto de transformar prendas en desuso.
El primer producto que surgió con esa premisa fue un top de jean que hice usando jeans súper desgastados. Y ahí empezó todo. Hice más tops, bolsos, usando jeans viejos y en desuso.
Pero las transformaciones no sólo se dieron con jeans sino que también me empezaron a contactar clientas para transformar un vestido que necesitaba un detalle, una pollera que ya la clienta no usaba y quería darle otro destino, una campera desteñida que necesitaba un cambio, un pantalón con una mancha que había que cubrir pero con onda, entre otros ejemplos.
Y así es como este servicio de transformar prendas me llena de felicidad al ver las caras de las clientas cuando vienen a buscar sus prendas “nuevas”, cuando le dan una segunda oportunidad a una prenda con historia pero que por alguna cuestión ya no usaban. Y creo, lo más importante de este servicio, es tomar conciencia antes de tirar y comprar nuevo, es evitar la compra por impulso, es pensar antes de comprar, es preguntarnos ¿Lo necesito realmente? ¿Lo voy a usar? Porque a todas nos pasó de comprar algo sin pensar que después no lo usamos. Incluso cuando una clienta quiere renovar alguna prenda pensamos juntas cómo hacerlo y si realmente la va a usar después de esa renovación.
Desde el año 2014 que mi frase de whatsapp es “Todo se transforma⭐” y como no creo en las casualidades, esa frase ya me estaba diciendo algo de lo que iba a venir. Hoy no estoy haciendo tantos productos ‘para el perchero’ sino que estoy trabajando más a pedido, a demanda de lo que necesitan las clientas. Obviamente que mi espíritu inquieto siempre me lleva a pensar en alguna prenda nueva para hacer pero siempre bajo la consigna de reutilizar materiales y aprovechar lo que tengo en el taller.
Por todo ésto que te cuento, te quiero invitar a buscar al menos una prenda para empezar, para que te animes a renovarla para darle otra oportunidad. Esa prenda que amas y no podés soltar, pero no te entra o es extremadamente grande, está manchada, en fin, necesita un cambio, una renovación, escribime y vemos qué se puede hacer.
Gracias si llegaste hasta acá.
¡Hasta la próxima!
Eugenia